Existen muchos tipos de maltratos, físico, sexual, emocional, abandono, etc. Todos coincidimos en que son barbaridades que el hombre hace desde donde alcanza la memoria, y duele pensar que alguno de ellos nos acompañara de por vida, viéndolo, sintiéndolo, y recordándolo, como puede ser el caso de la ablación femenina, como puede ser el caso de seis millones de niñas al año.
Waris Dirie fue la primera mujer que habló públicamente de esta mutilación que sufren muchísimas mujeres en todo el mundo; y sinceramente creo que la palabra "mutilación" no se acerca en absoluto a lo desgarrador que es este acto monstruoso.
Daré una pequeña explicación sobre en lo que consiste esta ablación, es cualquier extirpación de tejido de cualquier parte de los genitales femeninos. Existen varios tipos de ablaciones: en la primera se corta un poquito el clítoris, en la segunda este se extirpa completamente y se cortan los labios menores, después en la tercera se cortan el clítoris y los labios menores completamente y un poco los mayores, y por último en la cuarta, llamada ¨faraónica¨, se extirpan clítoris y ambos labios, se cose para que se cierre pero dejando un pequeño agujero.
La más empleada en Somalía, Etiopía, Sudán, parte de Kenia y Egipto, es la última de las anteriormente nombradas.
Esta foto de África muestra las zonas en las que se sigue practicando la ablación.
Toda esta historia queda recogida en "Flor del desierto",película autobiográfica enunciada con el significado de su nombre (Waris). Dejó de ser modelo para ser embajadora especial de la ONU contra la mutilación genital femenina (MGF), de 1997 a 2013. En 2002 fundó su propia organización, la Fundación Waris Dirie para luchar contra estas atrocidades.
Aquí dejo el discurso de la película:
Y como dicen: "Querer es poder". Así defino yo la vida de esta mujer, Waris Dirie, de niña somalí sometida a esta atrocidad a modelo, esposa y madre, por sufrir una ablación o cualquier otro tipo de maltrato no dejas de ser mujer. Claramente un ejemplo a seguir para todas las mujeres. Y un gran ejemplo cuán grande puede llegar a ser la estupidez e insensatez humana.
Celia Morón
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